Mi cuaderno de haikus te muestra una secuencia didáctica que puede tomarse de forma flexible; comenzando, por ejemplo, con la estación en la que estemos o en ciertos ejercicios al azar, leyendo primero algunos ejemplos o lanzándote de inmediato a la creación.
La idea es que este sea tu cuaderno, por eso al inicio hay un espacio para tu nombre. En momentos en los que necesitamos conectarnos con nuestro entorno, dejar preocupaciones atrás, escribir un haiku puede ser un buen ejercicio, según la propia autora, el resultado al leerlos será «como escuchar al mundo respirar».