Conversamos con María Soledad Pino, más conocida como Sol Primera Infancia, ella es educadora de párvulos de profesión, pero Cuentacuentos por naturaleza, amante de la pintura, el baile, el té, pero sobre todo de experimentar y vivir los libros. Quienes hemos cursado sus talleres, sabemos que encanta y deja huellas, no solo por sus propuestas artísticas innovadoras, sino porque prepara cada encuentro con mucho cariño y dedicación.
Sol nació en Viña del Mar, pero desde pequeña anhelaba vivir en el sur, ese lugar que alberga cientos de historias, grandes lagos y verdes bosques, como el bosque de canelos de su abuelo materno en Frutillar, que refugió parte de su infancia. Hoy cumple su sueño, instalada en la ciudad de Valdivia, se dedica a lo que más ama en la vida, las artes y los libros.
Ha recorrido el país realizando talleres para mediadores de lectura, entre ellos, Introducción en el Arte de Contar Cuentos y Experiencias Narrativas para Bebés. Actualmente, es parte del programa de cuentacuentos en Fundación Mustakis, allí desarrolla la iniciativa Cuentos y sentidos, que consiste en experiencias narrativas para bebés y se implementa en cinco jardines infantiles de Frutillar, con el apoyo de la biblioteca pública de la comuna.
En Cuatrojos te invitamos a conocer más sobre ella y su experiencia en fomento lector con la primera infancia.
Sol, cuéntanos acerca de tu vida y de tu formación, ¿De dónde nace este amor por las historias y los libros?
Mis papás siempre han disfrutado de los relatos, anécdotas e historias que son contadas en los “ritos” cotidianos, donde nos reunimos a comer, tomar té o un buen mate. A mis 18 años, decidí estudiar Educación Parvularia y fue un camino de grandes aprendizajes, reflexiones y sacudidas de creencias, esto, me motivó a estudiar, de forma paralela, Teatro por dos años y participar en algunas funciones. Claro que desde la adolescencia sentí el “llamado” a vincularme con las artes y sobre todo con los libros.
Cuando egresé, primero trabajé por unos meses en un jardín infantil con el nivel de sala cuna donde aprendí mucho sobre el lenguaje vincular con las guaguas y sus ganas de descubrir el mundo a través de sus sentidos. Pero con el tiempo, me di cuenta que el sistema “formal” no permitía que me expandiera expandirme, así que junto a una amiga decidimos formar una ONG. Junto con esto, comencé a ser parte de los cursos de Cuentacuentos de Fundación Mustakis, como alumna participante, pero luego llegué a formar parte del equipo de profesores.
Con toda esta experiencia adquirida, y gracias al apoyo de grandes colegas y amigas ligadas a la mediación lectora y al mundo de la LIJ, comencé a realizar mis propios talleres. En el 2017 fui invitada por Verónica Herrera a trabajar con ella, realizamos en el Centro Lector de Lo Barnechea, el taller Folclore Poético en Primera Infancia destinado a cuidadores y bebés de 0 a 3 años. Ese mismo año estudié Arte en Primera Infancia con la compañía AmniaLab, lo que me permitió sumergirme, aún más, en el proceso de investigación y creación en el cual me encontraba.
¿En qué momento decidiste emigrar al sur y cumplir tu sueño de infancia?
En el año 2018, llegué al sur. Primero viví en Temuco por un año y luego me emigré definitivamente a Valdivia. Fue aquí también donde me reinventé, y mi proyecto pasó de llamarse “Cuentos Buena Tela” a “Sol Primera Infancia”. Pero no sólo cambió el nombre, si no también el entorno, bajo este nombre ofrezco talleres para mediadores de diversos lugares del país, con el fin de compartir mi experiencia en el arte y la literatura en primera infancia.
Con respecto a los talleres que guías, ¿Cuál es el objetivo y para qué público son dirigidos?
Los talleres que imparto están enfocados a personas mayores de 18 años que deseen explorar y descubrir el mundo de la Literatura Infantil por medio de la reflexión, crítica, juego, creación y mediación. Validando como primer libro nuestro cuerpo, la gestualidad y las emociones, grandes aliados para propiciar espacios afectivos en torno a la Literatura Infantil.
También dirijo talleres para niños y niñas de 3 a 6 años de edad, como una invitación a vincularse con los cuentos desde la exploración y el juego, además de ofrecer espacios de acercamiento a la lectura por medio de instalaciones artísticas.
Actualmente, y debido a todo lo que nos acontece, los talleres para adultos los imparto en formato online, ofrezco sesiones grupales y personalizadas, generando así instancias de confianza y diálogo, donde se comparten intereses e inquietudes. Los talleres que actualmente imparto son: Introducción en el Arte de Contar Cuentos y Experiencias Narrativas para Bebés.
Sabemos que pones especial énfasis en la primera infancia. ¿Qué rol cumplen los mediadores de lectura en esta etapa de la vida? y ¿por qué en esta etapa, es tan fundamental el vínculo con la palabra, la poesía, los cantos, con esa primera literatura?
La primera infancia habita desde un lenguaje poético, creativo y sensorial, y los mediadores de la lectura tenemos la responsabilidad de propiciar espacios afectivos y respetuosos en torno a la palabra. Debemos considerar la cultura de infancia como nuestra guía para hacer de la poesía, cantos y rimas un camino que contribuye al bebé a comprender el contexto y las personas que lo rodean. Entendiendo que sus ritmos, estados y emocionalidad requieren ser validados y considerados por parte del adulto.
Muchas veces se olvida o se omite, que una buena mediación es también leer y empatizar con el bebé que recién comienza a descubrir el mundo. Mientras más posibilidades tienen los niños y niñas para disfrutar de la palabra, desde los primeros años, el vínculo con el libro será siempre una invitación a conocer y explorar afectivamente nuevos imaginarios a través de la literatura.
Claro está, que los cuentos, rimas y canciones pueden favorecer enormemente el área cognitiva y desarrollo del lenguaje de los bebés, pero siempre será el vínculo afectivo, en los primeros años, la base para habitar la literatura desde un estado de goce, emoción y disfrute.
Para ti, ¿qué es lo más satisfactorio de trabajar capacitando mediadores de lectura y futuros educadores/as de párvulos?
Admito que amo realizar clases o talleres a adultos o futuros educadores/as de párvulos, porque es un gran desafío invitarles a conectar con la palabra, la expresión corporal, la emocionalidad y el estado de goce con la Literatura, entendiendo que la mayoría hemos vivido bajo una cultura lectora tradicional e impuesta, que muchas veces nos aleja de ella.
Cuando conectamos por medio del juego, y a las historias que han trascendido nuestra infancia, le sumamos el cuerpo como una propuesta narrativa, comienzan a aflorar reflexiones, diálogos y estilo de mediación auténticos, logramos que un grupo de personas esté dispuesta a “encuentarse”, y esto entonces permite disfrutar de la magia y las mil posibilidades que ofrece la Literatura, en sus vidas y sus ocupaciones.
Eso es lo importante para mí, ofrecer en cada taller instancias de reflexión, crítica, risa, juego y exploración para permitir(nos) vincularnos con nuestra infancia, y así crear espacios afectivos de la lectura, con todo aquello que nos motiva e inspira a mediar un libro.
En los últimos años se ha hecho evidente el llamado a que las educadoras y educadores se conviertan en animadores y mediadores de la lectura dentro del contexto preescolar o escolar, ¿Crees que en la actualidad la formación de educadoras de párvulo entrega las herramientas necesarias para asumir este desafío?
Si bien existen algunas mallas curriculares que consideran importante fortalecer la Literatura Infantil, siento que es necesario crear más instancias reflexivas, dialógicas y de exploración para quienes abordan la mediación lectora en primera infancia. Hay un concepto muy “pedagógico“ e infantilizado de la literatura, esto no permite disfrutarla, gozarla y genera además un interés innato en el/la educador/a por querer indagar más sobre calidad literaria. Lo anterior no lleva, muchas veces, a replicar estrategias o técnicas con los niños y niñas que se alejan de sus intereses, por lo tanto no estamos propiciando espacios lectores afectivos y propulsores para disfrutar de los libros.
No deja de ser importante el rol que cumple el/la profesor/a que invita a los futuros educadores/as a sumergirse en el mundo de la Literatura Infantil y cómo su práctica envuelve y motiva a reflexionar, criticar y crear instancias de mediación lectora, con una selección literaria según las características, ritmos e intereses de los niños y niñas.
También se ha instalado una preocupación por la formación inicial de niños y niñas en las políticas públicas, ¿Cuál crees que es el rol en relación al fomento lector en las políticas y en las organizaciones?
Hoy en día las políticas públicas viven una gran dualidad, por un lado, visibilizar y fomentar más espacios donde las infancias puedan ser escuchadas, respetando sus derechos, pero por el otro, tratamos de “escolarizar“ sus ritmos y aprendizajes, invisibilizando su cultura, mirada y formas de expresarse ante una sociedad que constantemente corre, produce y quiere resultados de forma automática.
Creo que es necesario, crear espacios respetuosos, de observación, oyentes y comprometidos con la infancia, donde la lectura sea una invitación a mostrar, leer y descubrir el mundo según nuestros lenguajes y diálogos con todo aquello que nos rodea. Si propiciamos, desde temprana edad, prácticas que validen la lectura desde nuestro espacio, nuestras emociones, nuestros pensamientos y nuestro sentir, el fomento lector será vivenciado desde un disfrute y no una imposición de cómo, cuándo y qué leer. Cuando hablamos de lectura en primera infancia, se considera al niño/a no sólo como un espectador que escucha historias y responde lo que el adulto le pregunta, sino como alguien que impacta y genera cambios en su contexto.
¿Qué libros infantiles consideras imprescindibles y recomendarías?
Tengo una lista enorme, pero algunos libros que me han marcado muchísimo son,
Niños de María José Ferrada, porque cuando lo leí me remeció por completo, pienso que la autora abarca un tema muy complejo desde la poesía y la delicadeza literaria. Esta obra me ha inspirado y motivado a seguir con mi propósito con la primera infancia.
Otro libro es Todos a dormir de Yael Frankel, me gusta por sus ilustraciones y sus colores, además tuve la posibilidad de mediarlo con bebés de un año y disfrutamos bastante la lectura acompañada con nuestros bostezos finales. Y El sentido de las cosas simples de Marta Durán, porque refleja la magia y la ternura de lo simple, los significados que comienzan a construir los niños y niñas sobre sus actos u objetos que los rodean cotidianamente. Nos invita a conectar con la inocencia y con el juego, un hermoso libro.
Si deseas participar de estos encuentros, te contamos que el día 05 de agosto a las 16.00 horas, Sol dictará el taller Experiencias Narrativas para Bebés, a través de la plataforma Zoom. Puedes escribir a: solprimerainfancia@gmail.com
Escrito por Melissa Cárdenas.